Melina Desana es trabajadora social y brindó detalles sobre cómo tramitar el certificado de discapacidad, quiénes pueden acceder a él y qué beneficios otorga. Fue en marco de una entrevista con Javier Insaurralde de Pangea responde. Más detalles en esta nota.
El Certificado Único de Discapacidad es un documento público, que tiene vigencia en todo el territorio nacional. El trámite es voluntario y consta de una evaluación interdisciplinaria en la que los profesionales determinarán, de acuerdo a la documentación presentada por el interesado, si se encuadra o no dentro de las normativas vigentes de certificación de discapacidad. El documento no determina grado de incapacidad. Como su nombre lo indica, acredita una discapacidad y el Estado debe velar por los beneficios que el mismo le concede. La información completa se puede encontrar en el sitio web oficial del Gobierno de la Provincia.
Melina Desana es licenciada en Trabajo Social, con años de experiencia laboral en casos de psiquiatría y gerontología. Consultada sobre cómo iniciar el trámite aclaró que primero tiene que estar el diagnóstico de alzheimer, u otra demencia, realizado por un médico neurólogo. “Dentro de la normativa vigente una persona con estas patologías puede acceder al certificado de discapacidad”, aseguró. Respecto a los beneficios explicó que obliga a la obra social a cubrir ciertas prestaciones que figuran dentro del certificado de discapacidad en un 100% por ley nacional.
Especificó el proceso: “Puedo ir a la calle 9 de julio 325, ahí solicito un turno. Hay que llevar un informe elaborado por el neurólogo que detalle el diagnóstico, el tratamiento y las secuelas que tiene la patología que sufre esa persona. Además, hay que adjuntar fotocopia del DNI y del carnet de la obra social. Con todos esos papeles, la junta me va a dar un turno, donde, el día de la evaluación, voy a ir acompañado por un familiar o un cuidador”. Asimismo, comentó que quienes van a evaluar al paciente son tres personas, un médico, un psicólogo y un trabajador social. Tendrán en cuenta el informe presentado y, si se adjunta, la historia clínica.
Si sabemos de una persona que pueda llegar a tener deterioro cognitivo o cualquier otra patología y se encuentra solo, sugirió acercarse al centro de salud u hospital más cercano para poder expresar la situación. “Hay equipos interdisciplinarios que evalúan estos casos y hacen desde visitas domiciliarias, hasta ver la posibilidad de contactar a un familiar”, describió Desana. En tanto agregó que “a través de todos los circuitos que están dentro del Estado, la persona tiene que quedar respaldada y se tienen que cumplir sus derechos”.
En Rosario, los interesados pueden ponerse en contacto con la Dirección Provincial de Inclusión para Personas con Discapacidad (2ª Circ.), ubicada en 9 de Julio 325, o a través de la línea gratuita 0800 888 3588.
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