Sobre el Alzheimer

EL ALZHEIMER ES MÁS COMÚN DE LO QUE CREE.
Y MÁS TRATABLE DE LO QUE SE PIENSA.

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta las funciones cerebrales con su avance. Por ese motivo es la principal causa de demencia en el mundo.

Los síntomas comienzan en general luego de los 65 años y el riesgo de padecerlos aumenta con la edad. Si bien la herencia es también un factor de riesgo, no es determinante. Es decir que por tener un familiar con Alzheimer no necesariamente se lo va a padecer, solo aumenta ligeramente el riesgo con respecto a la población general. Además, se relaciona con la presencia de otros factores, como la salud vascular. Solo el 1% se transmite genéticamente en familias donde hay un caso en cada generación, pero estos casos ocurren a menor edad y con una mayor intensidad en los síntomas.

Según la Organización Mundial de la Salud, actualmente cerca de 50 millones de personas en el mundo padecen demencia y cada año se diagnostican casi 10 millones de casos nuevos.

Los primeros signos pueden pasar desapercibidos, por eso es crucial realizar una consulta médica ante estas situaciones:

  • Olvidos de hechos recientes
  • Desorientación en tiempo o lugar
  • Dificultades para resolver problemas cotidianos
  • Inconvenientes para encontrar las palabras adecuadas
  • Cambios de ánimo o en el comportamiento habitual
OLVIDOS

  Hay olvidos que pueden ser normales de la edad como el olvido del nombre de un actor o el nombre de la película que vio la semana pasada, pero el olvido es patológico cuando tiene un contexto más severo. Por ejemplo, olvidarse la hornalla prendida o dejarse la llave del lado de afuera. Por eso hay que diferenciar entre no saber dónde dejamos algo (puede ser un olvido benigno) y no saber para qué sirve (patológico).

  Con la evolución de la enfermedad, además de la memoria se afectan otras áreas, como las que permiten reconocer los objetos y su función, el lenguaje, la motricidad, etc. Además, son frecuentes los trastornos conductuales y psiquiátricos.

DIAGNÓSTICO

La evaluación de los síntomas será realizada por un especialista en neurología. El profesional le realizará preguntas sobre sus antecedentes personales y familiares, un examen físico neurológico completo y pruebas simples de detección del deterioro cognitivo (los test neurocognitivos son la base del diagnóstico de una demencia). También, le solicitará exámenes complementarios como de sangre y orina, tomografía computada o resonancia magnética del cerebro para descartar otras patologías. Es valioso que a la consulta asista un familiar que pueda aportar datos sobre el desempeño diario del paciente.

TRATAMIENTO

Para el tratamiento se recomienda que el abordaje sea interdisciplinario. Lo más adecuado es contar con un equipo conformado por médico clínico, psiquiatra, neurólogo, psicólogo, acompañante terapéutico, terapista ocupacional y kinesiólogo que elaboren una estrategia personalizada acorde al paciente.

Existen tratamientos farmacológicos que enlentecen la evolución de la enfermedad, así como terapias no farmacológicas (como la estimulación cognitiva) que colaboran.

PREVENCIÓN

Aunque por el momento no se conoce la causa ni hay cura, está comprobado que todo lo bueno para el corazón es bueno para el cerebro. Los estudios demuestran que se puede reducir el riesgo haciendo ejercicio con regularidad, no fumando, evitando el uso nocivo del alcohol, controlando el peso y teniendo una buena alimentación basada en frutas, verduras, legumbres, pescado, cereales y baja en grasas. Hay que acompañar con estimulación cognitiva, evitando es aislamiento social y la depresión.

ALZHEIMER EN NÚMEROS
  • Cada 3 segundos alguien en el mundo desarrolla demencia.
  • La enfermedad de Alzheimer, que es la forma más común de demencia, acapara entre un 60% y un 70% de los casos.
  • Se prevé que el número total de personas con demencia alcance los 82 millones en 2030 y 152 millones en 2050.
  • La demencia de inicio temprano (aparición de los síntomas antes de los 65 años) representa hasta un 9% de los casos. 
  • En 2015, el costo social total de la demencia a nivel mundial se estimó en US$ 818 000 millones y se calcula que se elevarán a US$ 2 billones al año para el 2030.